domingo, 10 de febrero de 2008

LA FELICIDAD Y SU CURVA

El Mundo del Espectáculo

LA FELICIDAD Y SU CURVA

Miguel Habud, tiene un temperamento sanguíneo y como genuino librano, a su personalidad se le suman, el optimismo y la creatividad. Por ese motivo, no sorprende el desenfado con que interpretó a Lapida, uno de los cuatro personajes, masculinos de la Curva de la Felicidad, obra española que llegó al público argentino y que hace algunas horas tuvo su estreno en el teatro Premier en la capitalina calle Corrientes.

¿Cómo llegaste a la Curva de la Felicidad, o cómo llegó ella a ti?

_Desde hace algunos años, supe que Eduardo Galán y Pedro Gómez, estrenaban su obra en escenarios españoles. Lo que no imaginé que un día, yo formaría parte de su elenco junto a Alejo García Pintos, Carlos Nieto, Adrián Yospe, y Belén Rodríguez.

_La historia de mi vínculo a la Curva, comienza con un llamado del productor Carlos La Rosa, quien es argentino residente en España, desde hace 20 años. El adaptó la pieza original y la trajo, bajo la dirección de Carlos Evaristo, entonces, yo acababa de llegar de Bogotá, Colombia, donde estuve trabajando en una miniserie. Después vino la chica, Belén Rodríguez, y su presencia demostró que todo lo que decimos no lo es tanto.

¿Consideras que el argumento de la Curva incursiona en un tema universal?

-Pues sí, el hecho de que cuatro hombres, con edad promedio de 40 años, se junten para hablar de sí mismos, de sus vidas, dudas y frustraciones e incluso sus conflictos con el sexo opuesto la universaliza, sin lugar a dudas.. Nos reímos de nosotros, de lo que nos sucede, de cómo nos trata la vida, de nuestras proyecciones

¿No te parece una obra machista?

-No, en modo alguno, en Argentina hay muchos espectáculos con mujeres solas. Aquí estuvieron: Nosotras que nos queremos tanto; el monólogo de la vagina; acaloradas; confesiones de mujeres de 30; mujeres de 50; brujas, y en su totalidad con un elenco de mujeres.

¿Cómo funcionó la adaptación de la obra, qué le cambiaron?

-El humor español, evidentemente es muy diferente al nuestro, nosotros pensamos, en un inicio, que los argentinos no se iban a reír a pesar de su hilaridad, debido a que como tú bien dices, “el humor tiene un sabor local”.

Motivos, por lo que tuvimos que ayornarla para lograr un entendimiento con el público.

-La obra logró un modismo muy nuestro, con nuestros chistes, situaciones cotidianas, que hacen que la platea se ría. Yo creo, que si hubiéramos utilizado el lenguaje español, no el castizo, pero las situaciones que les hacían reír al público español, no hubiera provocado tanta gracia.

-Entonces, esa apreciación la tuvimos durante los ensayos, de manera que fuimos cambiando algunos términos, adicionando otros y eliminando los innecesarios.

-Un ejemplo es la introducción que hicimos al guión, representando una terapia de grupo, que es una práctica nuestra, de moda y bien conocida por el público argentino, pues desató carcajadas de los espectadores. Son detallitos que durante los ensayos vimos que los pedía el guión.

¿Entonces obviamente, la versión argentina sufrió cambios, cómo la vio el autor de la obra?

-Al director y sus autores españoles los estuvimos manteniendo al corriente de cada movimiento que le hacíamos a la obra, sabes, por una cuestión de respeto. Le introdujimos algunas modificaciones al texto, para hacerlo más coloquial y cuando vieron su estreno, se divirtieron mucho, la consideraron muy mejorada lo cual es un halago.

En ello debe haber mucho de cierto por tu larga experiencia en el teatro.

-En lo personal, pues sí, cumplí 25 años de carrera, comencé haciendo teatro en el movimiento del 82, en”Teatro abierto” momentos del resurgimiento de la Democracia, en la Argentina. Me inicié con el espectáculo donde se defendía la libertad y los

Derechos Humanas, de ahí arranqué haciendo teatro, así que del 82, al 2008, y agrega sonriente, dicta un buen tramo, ¿no te lo parece?

¿De todas las obras que atesoras, permanece alguna bajo tu piel?

-He sentido mucho, mucho, “el beso de la mujer araña”, un musical que hicimos en el año 95, basado en la novela de Manuel Puig y que el prolífico director norteamericano Harold Smith Prince, la adaptara al Music Hall, estrenado en Broadway. Este teatrista vino a la Argentina a la puesta de la obra y recuerdo que durante los ensayos, me dijo está perfecta, pero haz esto y esto: Solo dos indicaciones, pero tan precisas y claras, que aunque aparentemente insignificantes, me le dio vuelta al personaje, como una media.

-Yo ví, que estaba siendo dirigido por una persona que sabía muchísimo de esta cuestión, y otra cosa, expresó su impacto al percatarse de que esta obra tenía que hacerla aquí primero que todo, porque los argentinos sabíamos, que eran los desaparecidos, las cárceles clandestinas, los derechos humanos, los avasallados, la época del proceso.

-Dijo, que en Broadway, los actores que la hacían, por cierto muy bien, no tenían esas vivencias, ni incorporado ese sentimiento, pues eso allá no existe, lo estaban actuando, estaban intentando entenderlo, incluso, creyéndolo, pero no pasaron por esa experiencia de tener a un familiar desaparecidos

-Yo crecí bajo el régimen militar y prácticamente lo viví. Fui incorporado a Malvinas para la guerra sabíamos de los desaparecidos y los destinos que esperaban a los compañeros y colegas nuestros detenidos. Todo eso hacía que cuando subíamos al escenario, a hacer un personaje, además de interpretarlo, estábamos de alguna manera, gritando su bronca, su furia, haciendo una denuncia. Y un poco resumía la protesta de los argentinos, además, por la condición de argentino de Manuel Puig, el autor del texto. Por todo esto, El beso de la mujer araña, fue uno de los argumentos más fuertes.

-Luego vino Doña Flor y sus dos Maridos, yo hice el personaje de Vadinho, y compartir tablas con Mónica Hayos, fue muy grato y divertido durante la temporada en el teatro Mar del Plata.

¿Cuánto hay de ti en el personaje que interpretas de Javier Laprida?

-Soy muy dinámico, nací bajo el signo de libra, el 28 de septiembre, por cierto, al igual que Brigitte Bardot. Tenemos una adoración por los animales, por el aire libre, somos un poco paladines de la justicia, de las artes. Es como que estamos en la búsqueda del equilibrio y vivimos de manera bohemia, en fin tenemos mucho de delirantes.

-Entonces, Javier Laprida dice: “Soy un amigo, un confidente y un experto en minas”. Soy muy amigo de mis amigos, soy buen confidente y guardo secreto de la gente que se me acerca, y no soy tan experto en mujeres, creo que las mujeres me han enseñado mucho a mí, yo aprendo todos los días un poquito de cada una de ellas, de las relaciones que he tenido, en eso, creo que si soy un poco parecido a Laprida.

¿En lo pícaro?

-En lo pícaro también, eso me ha permitido tener tantas mujeres alrededor, quizás como para que me puedan enseñar muchas cosas, pero sí he aprendido y encontré, hace dos años a una compañera , se llama Victoria. No tiene que ver con el medio, esta chica, es azafata, y me acompaña a los espectáculos, es mi confidente.

¿Te has casado alguna vez, me refiero con papelitos firmados?

-No casado, casado, nunca. Sostuve una relación a lo largo de ocho años, fue una relación larga y muy respetuosa, pero como sucede a veces, aún así, estos vínculos suelen terminarse. Luego tuve, algunas de ocasión, hasta que conocí a Victoria.

¿Hijos?

-No, no tengo hijos, pero estamos en una edad que ya estamos pensando en ello seriamente y es parte de nuestros propósitos más inmediato

.¿Eso explica tu marcada movilidad cuando actúas?

-No, y sonríe es que soy actor de comedia musical y aquí, ha formado mucho a la gente, pues necesita incorporar elementos muy completos de baile, actuación y canto por lo tanto hay que prepararse muy bien en las tres disciplinas para poder subir al escenario. Es que al personaje de Laprida, le hemos puesto algunas cositas, para hacerlo gracioso, movedizo, porque es muy inquieto y ocurrente.

-Mi formación versátil me ha permitido iniciarme en este mundo haciendo, unas doce comedias musicales, entre las que figuran: Irma la Dulce, en el teatro Maipú, seguida de Tarde de Cuentos, una versión de la Bella y la Bestia e hice las Hijas de Caruso, Zorba, Aplausos, este último musical inspirado en el famoso film “la malvada” , en el que compartí las tablas con Paola Krum, Raúl Lavié entre otras figuras descollantes del espectáculo, pero fueron como 12 comedias, las cuales me exigieron la disciplina de cantar, bailar y actuar.

¿Si la vida se repitiera, qué decidirías con la tuya?

-Supongo que de ninguna manera dejaría de ser actor, yo hubiera vuelto a hacer todo lo que hice, porque de las equivocaciones he aprendido. A partir de entonces, siempre que he querido hacer algo, ha sido muy pensado, me dejo llevar por la intuición, lo pienso mucho, no tomo decisiones desaforadas, no me apuro para decidir.

-La vida siempre te concede la posibilidad de elegir, y afortunadamente me he manejado así, o sea, yo tengo necesidades como todo el mundo, a las cuales le voy dando un orden: Una mamá que cuido, por la cual me preocupo porque está sola y tiene una edad para una pensión que no le alcanzaría para vivir bien; una casa que mantener; algunos asuntos que resolver pendientes de mi anterior separación que tienen que ver con dinero. Entonces, ante todo esto, hay que ser responsable y cumplir.

-A veces me digo, ¡coff! agarraría esto porque me ofrecen mucho dinero, pero la verdad, que artísticamente, no me representa lo esperado.

¿Y, entonces, cuál es tu límite?

-Bueno, pues, encontrar en el elenco o en la producción una contención donde como actor me sienta mimado, cuidado, porque somos muy sensibles, emocionalmente. No solo pienso en ganar plata, o incorporar títulos a mi currículo. La Verdad, es que después, la pasas muy mal y eso no hay nada que lo pague, nada.

-He tenido el tino, digamos, la suerte de poder decidir si me gusta o no tal espectáculo, por la gente que hay adentro, por el productor, por cómo te trata el director y no siempre te encuentras con gente que te gusta o te cae bien, porque tampoco uno le agrada a todo el mundo. Es cierto que no puedo exigirle al público que le guste lo que hago, o que todos los compañeros se entiendan conmigo. No tienen que ser mis amigos, solo deseo que sean buenos compañeros, porque hay gentes muy destructivas. Cuando veo que el elenco no me cierra, prefiero, no andar, a pesar del dinero.

¿Cuándo deseas algo te lanzas de cabeza como hacen muchos líbranos?

-Si en verdad, provoco mis intereses, y después los consigo, sin medir la cuota de esfuerzo que debo entregar para lograrlo.

¿Aventurero?

-Sí, lo soy. La rutina me opaca la vida, que sin motivaciones me resulta tediosa, me cansa. Me gusta el cambio. Si mañana me dicen Miguel, vente a Cuba a hacer una telenovela, invito a Vicky, y nos vamos a tu país, pero si ella no puede venir conmigo, bueno, entonces me voy y le digo, venite cuando puedas, porque esos desafíos, además de que me gustan, creo que son necesarios para el alma y la cabeza.

Miguel, el año pasado hiciste “La ley del amor”, con Soledad Silveira, y este año, “Se dice amor” con Telma Vidal, para la pequeña pantalla. ¿Qué proyección inmediata tienes?

-La Curva estará aquí hasta marzo tenemos dos opciones, subir a otra sala más chica, o irnos de gira por el interior del país. Por otro lado, este año, vuelvo a filmar un cuento llamado “Sergio” de Marucho Mujica Alaine, en los estudios de San Luis. Como ves, hay muchos proyectos para hacer.

- Incluso, Otra posibilidad con que cuento es viajar a Chile y a Uruguay y dentro de dos semanas, tengo firmado un contrato con la Pol- ka producciones, para hacer una tira diaria de “Mujeres de nadie” en su segunda temporada, un material de ficción dirigido por Adrián Suárez, que se verá en el canal 6.

¿Qué cuerda para ti, tiene más sonido, teatro, cine o televisión?

-El teatro demanda un contacto en vivo, simultáneo, actor - espectador, ese contacto directo tiene sus efectos mágicos y le dan mucha frescura al mensaje, es otro tipo de lenguaje y una manera especial de transmitirlo.

-El cine, muy diferente, al teatro, es un medio de comunicación social importante y puede ser, si se lo propone, un medio de expresión artística. Gustó mucho una película que hice el año pasado sobre el Sida, se llama, “Sensaciones”, el tema es la entrada del HIV en la Argentina donde permanece el virus, hasta nuestros días. La cinta, participó en festivales en Italia resultó nominada como el mejor documental en Valladolid, España. Es casi todo testimonial con algo de ficción.

-En cambio, la televisión, es más inmediata, y aunque llega a muchísimo más público que el cine y el teatro, es un medio más frío. Entonces, cada género tiene su encanto, pero soy más actor de teatro, logro una mayor identificación, y me siento muy cómodo en escena.

Veo que en tu vida profesional no hay muchos baches.

-No en verdad no, afortunadamente hay épocas en que uno no hace nada, pero no es que no haga nada, es preparándome para ver hacia dónde proyectarme y eso a veces es más trabajoso y valga la redundancia., y la continuidad esa es la que permite que la gente me conozca y no se olvide de mi cara y de mi persona.

Se evidencia que eres de temperamento sanguíneo, pero¿ qué tal tu carácter?

-Tengo el carácter fuerte, pero lo he aprendido a controlar. Con los años, y las circunstancias, uno va armándose de las herramientas que te van a favor de los impulsos y de los exabruptos, nada, uno va madurando y ve la vida a través de otro prisma.

Tu físico de galán es una merced de la biología, o responde a la práctica de alguna disciplina deportiva?

-Siempre me he ejercitado con algún deporte, me he entrenado en el surf, y cuando he podido, me subo a la tabla en Mar del Plata y Mar de Arjó; fútbol, en dos equipos. También juego golf, que es mi gran pasión, por su práctica solitaria, al igual que la pesca, que también, me permite concentrarme y comunicarme con la soledad del lugar.

Si te pregunto vida, ¿en qué piensas?,

-En escenario

Con qué relacionas el amor

-Es un sentimiento indispensable

Y el arte

-Con la filosofía de vida-

PUPPY CASTELLÓ HERRERA , periodista y fotoreportera cubana de Tribuna de La Habana www.tribuna.co.cu/ y Centro de Información de la Prensa ( CIP ). www.cubahora.co.cu/ El Habanero www.elhabanero.cubaweb.cu/ Semanario Financiero, Comercial y Turístico de Cuba www.opciones.cu/ Revista Mar y Pesca. http://www.cubamar.cu/marpesca/ Sendas la Revista de Transporte de Cuba http://www.sendasweb.cu/, entre otros medios.

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