miércoles, 27 de agosto de 2008

UNA NOCHE EN EL OLIMPO ENTRE LAS DIOSAS DE ROBERTO PIAZZA

Para todo artista, su última producción es la que más ama. Esa gestión, exige el acervo que resume su talento y largas jornadas de entrega insomne, para encontrar la nota exacta, esa que satisfaga su desafío. Roberto Piazza, apostó a ganar con su colección “Diosas”. Cuando terminó el desfile, fue premiado con una cerrada y larga ovación, el voto que corroboró su triunfo.













Texto y fotos: Puppy Castelló Herrera

Minutos antes de comenzar el esperado desfile con las Diosas de Roberto Piazza, el reconocido diseñador, atendió a la prensa. Preferí no hablarle del espectáculo que disfrutaría en breve y me fui por temas más íntimos de su vida. Me propuse jugar con su imaginación y a partir del corto diálogo, meterme bajo la piel de este ser explosivo.

El señor Piazza, a quien bien le queda el epíteto de trasgresor mayor, estaba vestido por Mancini, con un traje de alta costura azul oscuro, de un corte anatómico que le sentaba estupéndamente. Minutos antes de comenzar el show, se le veía sosegado, entonces, le formulé las preguntas que me venían quemando desde hacía tiempo. De manera que le pregunté por el rasgo negativo, que más acentuaba su personalidad.

-“Uf! soy muy chinchudo, muy chinchudo, ¿qué es chinchudo? , indago, - soy cabrón, ¡ lo qué odio ser así!. No me soporto. Pero hay factores externos que encierran a los factores internos y no los puedes manejar. Antes, yo era peor. Cuando llegaba a este hotel y las cosas no estaban como yo exigía, revoleaba lo primero a la mano, y rompía todo lo que apareciera de por medio. ¿Pero y ahora? Le pregunto, - Bueno, ahora soy más grande. Ayer viernes cumplí 49 años, qué horror, madre mía, fijate, me descompuse y todo” –declara meditativo.

Después, quise saber ¿qué tres objetos se llevaría en caso de naufragar en una isla desierta?
-Con esa simpatía innata, indaga Piazza. ¿Solo tres objetos, en una isla desierta?, ¡ a la mierda!, y tras pensar unos segundos acota: Bueno, pues, un álbum de fotos familiares, si, porque después se olvidan las caras. Me llevaría ropa, pero nada de gran vestir, traperíos, para protegerme del frío, y algunos alimentos, - acotó resuelto.

No pude evitar sonreírme, porque él, resulta jocoso, hasta en situaciones dramáticas. De momento se me ocurrió aconsejarle que continuara celebrando sus cumples, adicionándole a sus años, vitalidad y optimismo, con buena onda, pues cada edad, tiene su encanto.

Su última respuesta, tuvo que ver con mi interés en conocer, cómo influye su prolífera labor artística, en cada una de las obras que va creando. Y le ejemplifiqué con su anterior presentación de “Perra enamorada”.

- "Sabes lo que sucede, comienza diciendo, es que todas las manifestaciones artísticas que he creado, show, música, desfile o una obra de teatro, logran un vínculo, y obviamente con lo que hago durante todo el año. Cuando termino, cierro la carpeta y paso a otra cosa, pero siempre me llevo parte de mi acervo. El modisto anunció que el próximo año, va a hacer tangos y blues." – Concluyó este divo de imaginación inagotable.


Constelación, con sus estrellas exactas

Las palabras de inauguración, pronunciadas por la consagrada actriz, señora China Zorrilla, madrina de este desfile “Diosas”, fueron breves, lo cual el público agradeció. La prensa y muchos de los dos mil espectadores que abarrotaban el Salón Pacífico del Cinco Estrellas Hilton, en Buenos Aires, capital Argentina, habían llegado con varias horas de antelación a la cita y comenzaban a expresar cierta impaciencia ante la espera, no obstante, despidieron a la singular artista, como es habitual, con todo el cariño que le profesa su público.
















Entonces, comenzó el show de la moda: La pasarela se transformó en un lamparadio barroco y aparecieron las primeras diosas, las cuatro deidades fabulosas, de formas perfectas, que Roberto Piazza eligió para habitar el Averno. Y sin proponérselo, esa fantasía nos transportó por un instante, al entorno de la Sibila de Cumas, recreado por Virgilio en la Eneida.

Irrumpieron otras, alucinando a todos. Amaterasú, junto a la Shina –To Be diosas japonesas del Sol y del folklore respectivamente, con sus trajes de luces embadurnaron de destellos la pista. Las acompañaban, Ninlil, diosa sumeria del aire, con un hálito melancólico, quizás por el drama vivido al ser violada cuando se bañaba desnuda en el río; Belisama, diosa de la mitología celta relacionada con lagos, ríos y fuego y no faltaron Erato, la amable, la amorosa y hasta la menos conocida; Uzza,Al-Lat, Manat, las tres divinidades protectoras de la Meca; Minerva, la polémica, Palas Atenea, diosa latina, entre algunas otras, vestidas a lo Piazza. Juntas, formaban la genial coreografía en la que este desenfadado creador, también le asignó como morada las inmediaciones del Averno.















Además del fuerte impacto que provoca este primer cuadro del desfile, hay que sumarle la profesionalidad de las modelos, el mágico vestuario, y la atinada coreografía. El trabajo de los técnicos y el desarrollado por el musicalizador y sonidista, unido a la iluminación del espectáculo, bajo la producción y dirección general de Guillermo Azar.
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Cada movimiento en la pasarela, marca su sello de distinción, sin embargo, resultan concordantes uno y otro. Me atrevo a asegurar que una demostración, va preparando al espectador para el próximo cuadro. Roberto Piazza tiene ese estilo, dosifica su producto, es como si atemperara el paladar de sus comensales, antes de brindarles el siguiente manjar.

La gente se siente motivada por este lanzamiento de Altísima Moda y aunque el pulso se agita, y el corazón se disloca, la multitud mantiene alerta su atención, pues presiente que lo mejor ocurrirá en segundos, en dirección a sus miradas.

Diosa del Sexo

Y quién lo podría dudar, si hubo alguien susceptible a los prejuicios, le debieron saltar los colores al rostro. No obstante, la casi totalidad del público que copaba el Salón Pacífico, del Hilton, disfrutaba esta demostración de amor libre, impetuoso, furibundo que regaló el virtuosismo de Adabel Guerrero. Una estampa del Templo de Afrodita, con una diosa del sexo, la que provocativa terminó siendo asediada, disfrutada y amada a balcón abierto, y sometida a la fogosidad de Walter Vázquez y Gustavo Bilat.
















La noche continua tachonada por las piedras, los cristales, los tejidos fabulosos y bordados de ensueños que Roberto Piazza, este mago del diseño, ha utilizado en sus creaciones. El divo, ha vestido a vedette y las modelos más exclusivas argentinas, con esta colección que resume los 33 años de su vida profesional y lo distingue en la actual historia de la moda.
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Desde sus inicios, el show de moda y music hall, mantienen un ritmo, sin pausas y con una armonía que hace pensar en una estrecha vinculación con la producción y su dirección general. Es conducido con buen gusto y cada muestra denota la sabiduría de todo un profesional del diseño.














La temperatura ambiental va en ascenso: Se respira tensión, los camarógrafos se posesionan tras los lentes de sus potentes cámaras. Los fotógrafos, detienen la respiración y se mantienen alerta, el desbordante gran salón Pacífico, alcanza un silencio inusual. Las luces se intensifican y una mariposa hermosa, mágica y seductora sería el centro de todas las miradas.



Su ejecutoria es de una pureza intachable, gira segura, agita sus alas, distiende sus colores y hasta parece que va a emprender un vuelo onírico. Unas veces hace pensar en una crisálida doncella; otras, en un tímido capullo y finalmente en un voluptuoso lepidóptero, excitado y voraz. Luego, la diosa Majo Dupre desplegó sus alas multicolores y se mostró desnuda a toda piel, vestida, solo por la mirada de los más de dos mil espectadores y los flashazos de las cámaras que sorprendidas le rendían su culto.


Entonces, el diseñador apareció entre sus Diosas, se le veía feliz, respondiendo el saludo de quienes sinceros les extendían sus manos. Ahora, se comprenderá que para todo artista, su última producción es la que más ama. Cuando terminó el desfile, Roberto Piazza, resultó premiado con una cerrada y larga ovación, y ese fue el voto, que corroboró su triunfo.